Me cuido

Higiene personal: ayer y hoy

higiene personal
higiene

Inimaginable tomar una ducha con agua fría; el agua caliente o tibia es nuestra fiel compañera en el baño, pero me crees si te cuento que en el Medioevo el bañarse tomó mala fama porque como el agua caliente abre los poros se creía que por ahí entraban las enfermedades. Sigue leyendo y verás las diferencias entre hoy y ayer en los hábitos de higiene. "No es limpio el que se baña más, sino el que se ensucia menos". Esta frase no es de un filósofo famoso, es de mi abuelo materno que siempre defendió su poca frecuencia al baño. Él nos dejó en 1996 y quizá algo de razón tenía pero personalmente desde esa fecha hasta ahora en que ya soy madre pienso que las cosas han cambiado.

lavado de manos

Por ejemplo, a mis hijos sagradamente todos los días de lunes a viernes al finalizar su jornada les toca una ducha; dos veces por semana se lavan el cabello, y sábado y domingo mi marido les hace baños de tina en donde los tres juegan hasta que sus dedos se ponen arrugados. Frío, resfriados, sueño, incluso con fiebre, no se salvan del agua Me imagino que estoy creando adultos que se lavarán diariamente llueve o truene y que así mismo sus hijos (mis nietos) harán lo mismo y sucesivamente.

Pero te has preguntado cómo era en la antigüedad la limpieza personal, qué herencia tenían los niños de sus padres en cuanto a rutinas de higiene. Veamos cómo han cambiado los tiempos y cuál prefieres.

Jabón.

No existía el jabón y se usaban aceites, aguas perfumadas, mezclas varias. Parece poco efectivo, pero sus pieles deben haber sido suaves y humectadas. Sin embargo, en la actualidad las ¡ventajas son muchas! los jabones además de perfumados, vienen para diferentes tipos de piel y con variedades de aditivos como antibacteriales e ingredientes humectantes que protegen a toda la familia.

Desodorante.

Si no había jabón ¡menos estaba el antitranspirante! por lo que combatían los malos olores con esencias de limón y canela sumado a la depilación de axilas y todo lo que pudiera expeler hedor. Actualmente, a excepción de países como Francia y algunas modas pasajeras algunas personas no utilizan los desodorantes por ser dañinos para el ser humano. De todas formas la época moderna ha traído desodorantes y antitraspirantes con diferentes aromas, pH balanceado y diferenciados para hombres y mujeres, grandes o pequeños.

Dientes.

Pastas a base de vinagre, ramas de plantas, paños, hasta orina utilizaban los griegos, árabes y romanos en su lucha por dejar sus dientes blancos y un buen aliento. En 1930 salen al mercado los primeros cepillos plásticos. Es impensable para nosotros cepillarnos los dientes sin dentífrico que hoy en dia existen de triple protección, con prevención de sarro, con blanqueadores y anticaries, sin olvidar el enjuague bucal e hilo dental.

Papel higiénico y WC.

Ni pensar en la existencia de nuestro papel higiénico Scott; hierbas, conchas y hojas se usaban en reemplazo. En lugar de baños se usaban esquinas solitarias y los patios de las casas, puesto que tampoco existían los inodoros y bidés. Hasta que en el siglo XIV, los chinos inventaron el papel higiénico, que hoy es un implemento indispensable en nuestra rutina de higiene y algo que nunca debe faltar en casa. Además, la evolución tecnológica de los baños es evidente, ahora los encontramos con: vapor, agua temperada y control del dispensador de agua.

Toallas higiénicas.

Antes de Cristo se usaban trozos de madera envueltos en lino. Las cavernícolas preferían esponjas marinas. Luego pasamos a paños de tela de algodón que se lavaban y ponían al sol por varios días, este fue el último salvavidas para las mujeres antes de existir nuestros queridos tampones, toallas higiénicas y protectores diarios. Hoy la variedad de productos para los días de menstruación también ha evolucionado enormemente de acuerdo al dinamismo de la mujer: toallas ideales para las actividades físicas, nocturnas y hasta de acuerdo al flujo.
Y ahora, ¿estás feliz de vivir en este siglo?

Scott® Rindemax

Usas menos, ¡RINDE MÁS!

Conoce más